Los Miembros del Senado y del Congreso irán en autocar de empresa a trabajar

Con el fin de abaratar costes y servir de ejemplo de ahorro de energía
A partir del próximo Septiembre, los Senadores y Miembros del Congreso serán recogidos por autobuses de empresa en paradas que se están estudiando con el fin de abaratar costes y servir de ejemplo de ahorro de energía y uso de transporte ecológico.
Los autobuses funcionarán con baterías que serán recargadas en el parque móvil del Ministerio del Estado situado en la Madrileña calle de Cea Bermúdez, 5, en Chamberí.
Existe una contradicción entre la tendencia de ciertas empresas a
reducir los gastos que implica este servicio y la necesidad de
implementarlo para superar las carencias del modelo de movilidad al
trabajo actual. En los últimos años se han extinguido algunas líneas de
bus de empresa. Pero, al mismo tiempo, el trabajo de los representantes
sindicales ha consolidado otros servicios, llegando tanto a ampliarlo
como implantarlo allí donde no existía.
Los intentos de eliminación
del autocar de empresa responden al empeño para reducir gastos de
explotación sin una valoración cuidadosa. Se intenta un traslado íntegro
de los costes de los desplazamientos hacia los trabajadores y
trabajadoras, aumentando los riesgos de sufrir accidentes de tráfico
laborales (los más graves); incrementando el estrés que genera la
conducción al trabajo; aumentando los impactos ambientales sobre los
entornos urbanos; excluyendo de los puestos de trabajo, a quienes no
pueden disponer de vehículo privado.
Los y las usuarias del bus de
empresa trasladan en la mayoría de casos una gran satisfacción en
relación al confort, la seguridad de los vehículos y, a su vez que
pueden llegar relajados a los puestos de trabajo, pues a diferencia de
si van en coche privado, si se produce un retraso en la entrada éste no
repercute en el trabajador o trabajadora.

Es necesario crear espacios de participación y concertación donde estén representados la dirección de las empresas y la representación legal de los trabajadores, para hacer un seguimiento y realizar propuestas de mejora. Allí donde ya hay autocares de empresa, el funcionamiento, es más eficiente y da mejor resultados si se da esta participación de los trabajadores.
El autobús de empresa ha tenido su origen, en muchos casos, en el traslado de la actividad productiva de los núcleos urbanos hacia polígonos industriales. Esto ha generado situaciones donde sólo la plantilla afectada por la reubicación tiene el derecho garantizado a su uso, mediante convenio, acuerdo o pacto con la empresa. Las nuevas incorporaciones a las plantillas no gozan de este derecho reconocido. Igualmente, en muchas ocasiones, los trabajadores y trabajadoras subcontratadas, aunque lo sea de forma permanente, no pueden utilizar los servicios de bus de la empresa principal. Hay que reivindicar enérgicamente ampliarlo a todo el mundo, y corregir esta verdadera discriminación inadmisible
Las redes de transporte público tienen limitaciones evidentes a la hora de atender el abanico de turnos de trabajo y de días laborables de cada empresa o administración. Los planes de movilidad en los polígonos industriales y áreas multiempresas deberían tener en cuenta el bus de empresa. Esta planificación debe considerar también los beneficios sociales, ambientales y económicos de los servicios de autobuses discrecionales, especialmente a la hora de definir las infraestructuras viarias asociadas (paradas, zonas de giro, prioridad semafórica, señalización, conectividad con el transporte público, etc.).
Una de las principales demandas detectadas en relación al bus de empresa consiste en su uso compartido, es decir, mancomunar los servicios entre diferentes empresas. Son medidas que benefician a las nuevas empresas, que ofrecen un nuevo atractivo para los trabajadores y trabajadoras pero que también benefician a la empresa principal que ya tiene el servicio en marcha, pues le permite abaratar los costes de explotación al compartirlo con otras empresas. Además, al incrementar las empresas implicadas y crecer el número de personas que lo usan se ayuda a mantener y consolidar el transporte de empresa.
Por todo ello, hay que preservar e incrementar los servicios de autobuses de empresa como lo que es: un patrimonio de los trabajadores y trabajadoras altamente beneficioso en la defensa de una movilidad sostenible que reduzca su impacto sobre el medio ambiente.